La sonrisa

Autora: Sonia Moreno Rodrigo

No cuesta nada, pero crea bonita energía.

Enriquece a quien la recibe sin empobrecer a quien la da.

Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces para siempre.

Nadie es tan rico que pueda pasar sin ella, ni tan pobre que no pueda enriquecerse por sus beneficios.

Crea la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en los negocios y es la contraseña de los amigos.

Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, un rayo de sol para los tristes y el mejor antídoto para las preocupaciones.

No puede ser comprada, pedida, prestada o robada, porque es algo que no rinde beneficio a nadie a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente.

Y si alguna vez necesitas una sonrisa, sonríe tú primero….

No fue un sueño

Autora: Sonia

Siento una brisa fresca muy agradable mientras bajo por una ladera con grandes robles, encinas, pinos y álamos, los colores intensos de amarillos y rojos me recuerdan que ha llegado el otoño.

Escucho los pájaros y el viento que baila entre las ramas de los árboles, estas maravillosas sensaciones me llenan de energía, de paz, de calma y por un instante siento que se detiene el tiempo. Continúo bajando la ladera invadiéndome de felicidad.

Estoy llegando a la falda de la montaña y escucho sollozos, murmullos de gente y cuando llego al valle veo personas vestidas de negro, un sacerdote hablando de alguien desconocido y llamándole por mi nombre. De repente, veo que estoy en un funeral, en el centro el ataúd de madera clara aún no está cerrado y las caras que están alrededor me son conocidas. Me voy sintiendo extraña y solo me queda la esperanza de que sea un mal sueño, pero de repente veo a aquel sinvergüenza que me lastimó y pone sobre mi ataúd una rosa blanca.

(En el texto deben aparecer: otoño, tiempo, esperanza, rosa y sinvergüenza)